Es mero...


Estabas compuesto de esmero

todo puesto allí en la argamasa

sin sospechar lo obvio

que despilfarrabas los odios

y los amores

sin guardar una chispa

para atender más nada.


Tenías el cuerpo resuelto

a una sola tarea anonadada 

y tarde te enteraste 

de que pronto

llegarían noticias no esperadas

y habrías de ocuparte 

de cosas demasiadas.


Qué habrá pasado: no pensabas

los pensares corrían solos

delante de tu mirada.

Todo encandila cuando quema y arde

cualquier cosa arde

a una mente chamuscada.


La luz de los pájaros se vuela

más allá de la mañana.

Es tarde al alba y ya no llega

el pesado vaho a la moqueada.

Una liviandad de monedas

y melodías quebradas.